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El presidente Medina debería hacer una visita sorpresa al DNI, a la PN, Haciendas y a la PGR

Por Robert Vargas
Así como el presidente Danilo Medina ha hecho tantas y tan exitosas visitas sorpresas a distintas comunidades con la intención de estimular el desarrollo económico y social de sus poblaciones, se me ha ocurrido pensar que el Jefe del Estado debería visitar sorpresivamente a su policía política, la Dirección Nacional de Investigaciones, (DNI), y ese mismo día ir a la sede del Ministerio de Haciendas y al cuartel general de la Policía Nacional, que están cerca todos. Después va a la Procuraduria General de la República.

Si lo hace, es posible que se entere de algunas cosas que, muy posiblemente, le oculten.

O, a lo mejor, se lo escriben en los informes y alguien le saca ese texto para que él no lo vea.

Es más, como en el DNI y en la PN monitorean todos los medios de comunicación, le recomiendo que tomen esta nota y se la lleven al Presidente. 

«Carlitos, como yo se que tú lees a Ciudad Oriental, pregúntale al presidente Medina, por favor, si quienes están encargados de su seguridad le tramitaron esta sugerencia que le hago públicamente».

¿A qué viene todo esto?

Sucede que, como todo el mundo sabe, las máquinas tragamonedas están prohibidas en colmados, farmacias y cualquier otro tipo de negocios similares. Su uso está permitido únicamente en lugares cerrados, como en casinos de juego y bancas de apuestas a las que no tienen acceso los menores de edad.

Incluso, la legislación vigente impone penalizaciones que podrían incluir multas y hasta prisión para quienes tengan en operación esas máquinas en colmados y similares.

¿Deben los ciudadanos preocuparse de que en el colmado de al lado tengan tragamonedas al alcance de todos?

Vamos a decirlo con un par de ejemplos sencillos:

En la mañana, o en la tarde, papá y mamá le entregan algunos pesos a su hijo para que compren algo de comer en la escuela o para hacer alguna tarea que implique algo de gasto, como comprar una cartulina, por ejemplo.

En el camino a la escuela, el niño o niña se detiene en el colmado y voltea hacia la máquina, le introduce una moneda un día y otro día hasta que se transforma en un vicioso.

Cuando el niño no tenga dinero para jugar en la maquinita, es posible que le robe a mamá, o a papá, o al vecino.

Si el asunto se agrava, el niño crecerá y entonces comenzará a arrancar cadenas; luego la Policía lo arrestará; saldrá de la cárcel convertido en todo «un profesional» del delito y perpetrará atracos mayores; asesinará a ciudadanos y, finalmente, de nuevo a la cárcel, al hospital o al cementerio, sembrando luto y dolor en su familia y las familias de otras personas.

El otro caso podría ser que mamá o papá vayan al colmado a comprar los alimentos de la jornada, volteen hacia la maquinita de la suerte y se gasten algunas monedas y… algunas más. Consecuencias, peor alimentación de los miembros de la familia, más desnutrición, más enfermedades; el Estado deberá destinar más dinero al sistema sanitario; pleitos entre papá y mamá y… hasta algún feminicidio adicional.

La Policía conoce que las máquinas tragamonedas están prohibidas en esos colmadones

La Policía Nacional conoce perfectamente que el uso de las máquinas tragamonedas está prohibido en esos colmadones, pero ellos se hacen los «chivos locos» y ni siquiera miran para allá.

Estas máquinas están muy bien empotradas en las paredes a pesar de que en los colmados saben que están en flagrante delitos, pero al mismo tiempo están conscientes de que nada les pasará porque la Policía prefiere mirar para otro lado.

Además, es público el rumor de que varios coroneles son propietarios de muchas de esas máquinas tragamonedas. Al menos, eso ocurre en Santo Domingo Este.

Así las cosas, se entiende mejor porqué la Policía no actúa contra los auspiciadores de las tragamonedas.

¿Qué tiene que ver el Ministerio de Haciendas con esto?

Bueno, esa es la institución responsable de regular ese negocio. 

Hacienda debe velar porque no esté instalada ni una sola de esas máquinas en colmadones ni lugares abiertos.

Pero, resulta increíble, Hacienda tampoco se da cuenta de lo que sucede y, solo de tiempo en tiempo, hace una redada para incautarse de algunas y hacer un bulto rompiendo algunos cajones sin las tarjetas electrónicas que regulan su funcionamiento.

Un «maquinero» me comentaba hace pocos días que él debe «dar» a un funcionario del Ministerio de Haciendas tres mil pesos cada mes por cada una de las máquinas que opera para que no lo molesten y, si se atrasa, los inspectores van y se las retiran. Actúan como Al Capone.

Imagínense, si por cada maquinita de esas algún funcionario o grupo de funcionarios reciben tres mil pesos cada mes, … ¿Cuántos millones se estarán embolsillando a costa de la miseria y la tranquilidad de la población?

A lo mejor, si el Presidente va al Ministerio de Haciendas en una de sus visitas sorpresas alguien le podría comentar que una persona que tiene su apellido podría ser uno de los grandes beneficiarios de esa situación.

¿Cómo es que el DNI no se da cuenta de todo esto?

Es increíble, pero el DNI tiene pinchados todos los teléfonos de los miembros y directivos de la Marcha Verde y de todos los opositores y hasta de los leonelistas, pero no se da cuenta de lo que sucede con las máquinas tragamonedas.  ¿No  les resulta extraño?

¿Cómo es que el DNI no le ha puesto al presidente Medina este problema en su justa dimensión?

No solo eso, ¿Cómo se explica que la Procuraduría General de la República, la PN, el Ministerio de Hacienda y el DNI dejaran solo al Ministerio Público de la provincia Santo Domingo en esa tarea?

¡Esto es inconcebible!

Pero más inconcebible aún es que un funcionario, designado por decreto del presidente Medina, sea tenido como uno de los principales operadores de máquinas tragamonedas en Santo Domingo Este y que este funcionario, incluso, sea capaz de montar operativos de vigilancia y persecución contra quienes se dedican de manera honesta a perseguir ese delito.

Incluso, parece que el DNI, la PN, Haciendas y la PGR lo saben pero ninguno se lo dice al Presidente, como tampoco le comentan que un importante oficial de la PN sería uno de los grandes magnates de este negocio en Santo Domingo Este.

Ojalá que el Presidente haga su visita sorpresa y se entere de algo y, de inmediato, haga los correctivos de lugar. No tendrá que gastar ni un solo centavo a parte del combustible para llegar a esos sitios, aunque al DNI puede ir caminando.

Sería bueno que el Presidente Medina haga esas visitas antes de que, cualquier día, la sangre llegue al río de la mano de otro escándalo peor que el de la OMSA.

¿Compremde?

 

 

 

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