
El Cañero: acosado por el «demonio» al que más le temía Juancito
Por Robert Vargas
El alcalde de Santo Domingo Este, Alfredo Martínez, (El Cañero), parece que está bajo el implacable acoso del «demonio» al que más le temía el ex síndico Juan de los Santos.
El segundo día de su gestión, el 17 de agosto pasado, Martínez salió a las calles del municipio que gobierna con una multitud de empleados, funcionarios y equipos pesados para iniciar una guerra abierta y frontal contra miles de toneladas de basura dispersa por todos los barrios.
Ese día, él mismo se impuso una camisa de fuerza y se colocó, cual «Espada de Damocles», una fecha fatal para cumplir con el compromiso de estabilizar el servicio de limpieza: el 16 de Septiembre, cuando se cumplirán los 30 días que él aseguró necesitaba para cumplir su promesa.
Sin embargo, a 17 días del inicio de su guerra contra la basura, esta le gana algunas batallas en distintos frentes.
Al parecer, algo tiende a salir mal en la estrategia, aparentemente errónea, puesta en vigor desde unas dos semanas antes de la toma de posesión de las nuevas autoridades.

Según ha conocido Ciudad Oriental en el ASDE, a algunos responsables de la recolección de basura le fue impartida la orden de dejar de hacer su trabajo durante varios días consecutivos para provocar la acumulación masiva de desperdicios, que luego servirían de justificación para solicitar e imponer un estado «de urgencia» municipal que facilitaría la inversión millonaria de recursos económicos para resolver un problema creado a propósito y, de paso, hacer algún buen negocio.
Por eso la basura que estuvo parcialmente bajo control, de repente se desbordó y Santo Domingo Este se convirtió en un abrir y cerra de ojos en un municipio sucio, mal oliente y repleto de inmundicias por todas partes.
Haga lo que haga, El Cañero deberá estar claro que la basura será uno de sus peores enemigos, tal como lo era para Juancito.
Él ha dicho que «en 30 días» estabilizará el servicio de recogida de basura. Ya van 17 y todo sigue igual o peor.
Esto a pesar de que en las calles de Santo Domingo Este han comenzado a ser vistos camiones compactadores de colores verde y blanco, que no se conocían por acá y que no se descarta que su contratación haya sido hecha de grado a grado aprovechando el estado «de urgencia».
En múltiples ocasiones, en conversaciones personales que sostuvimos con Juancito, este nos expresaba su preocupación permanente por la basura.
Era el único «demonio» al que le temía, aún así, durante sus casi diez años de gestión pudo contenerlo.
Ahora, ese «demonio» está tras la cabeza de El Cañero, de quien se afirma que trata de consolidarse como líder del municipio con la mirada puesta en el año 2020, donde podría ir a por la reelección.
Esta percepción sobre sus presuntas y tempranas ambiciones reeleccionistas se han visto reforzadas durante los últimos días cuando él ha ido a algunos barrios «como si estuviera en campaña» haciendo contactos con dirigentes locales peledeístas donde es débil y solo pudo ganar por el auxilio de otros.
Probablemente Martínez no está en eso de la reelección y se trata de puras especulaciones.
Sin embargo, sin importar si logra o no hacer estructuras propias fuertes en las circunscripciones 1 y 2, antes de pensar en la reelección, debe ser capaz de derrotar el demonio que Juancito mantuvo a rayas: la basura.
Si no lo logra, entonces es posible que dejen de llamarle El Cañero, y entonces lo llamen Alfredo «basura».
En su capacidad para superar la crisis sanitaria actual está evitar que se le cambie de apodo.