Por Robert Vargas El gobierno dominicano volvió a desplegar armamentos de guerra para afrontar la ola de criminalidad, delincuencia y violencia, que se cobró la vida en los últimos dos días del Ministro de Medioambiente, Orlando Jorge Mera, y de un muchacho del barrio marginal La Puya, en Arroyo Hondo. El primero a manos de «un amigo de infancia» y el segundo, asesinado por la policía en lo que esta institución definió como un «intercambio de disparos».
Este martes fueron enviadas cientos de tropas al barrio La Ciénaga, habitada por vecinos pobres y que se levanta en la orilla occidental del río Ozama, que separa la capital de los municipios Santo Domingo Este y Santo Domingo Norte.
Al menos un transporte de tropas anfibio y blindado, llevaba instalada en su torreta una ametralladora calibre 60 milímetros, que tiene una cadencia de disparos de hasta mil balas por minutos.
Esos proyectiles atraviesan con facilidad cualquier pared de block y vehículos.
Además, en la misma barriada fue instalado un carro de asalto que también mantenía en alerta a un soldado con una ametralladora calibre 60 mm, y un conductor listo para responder a cualquier llamado.
Mientras tanto, las callejuelas de este barrio, que semeja una favela, eran recorridas por las tropas de la Policía Naciona, el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de República Dominicana en busca de presuntos delincuentes.
A la entrada de la barriada, debajo del puente Juan Bosch, fue establecido un reten con hombres armados con rifles del tipo M16.
Al mismo tiempo, en el río Ozama navegaban en estado de alerta varios soldados en dos lanchas rápidas.
A su vez,, las tropas en tierra recibían soporte desde un helicóptero de la FARD, también artillado con una ametralladora.
Con este tipo de despliegue, el gobierno dominicano pretende acabar con la criminalidad, los asaltos y la violencia que tienen atemorizadas a la población.
Durante la campaña electoral del 2020, el actual presidente aseguraba que tenía la forma para acabar con la violencia, la criminalidad y la delincuencia, que ahora parecen fuera de control.