¿De qué estaría librando Dios a la perremeísta Bernarda Aracena al «decidir» que ella abandonara el Concejo de Regidores?
Por Robert Vargas
La perremeísta Bernarda Aracena tiene con ella el «record» de ser la regidora que, en función de suplente, ha permanecido menos tiempo en la historia del Ayuntamiento Santo Domingo Este.
Ella ingresó al Concejo de manera formal el día ocho de diciembre del año pasado, y se vio obligada a abandonar el puesto el pasado 13 de enero, o sea, que permaneció 36 días en el cargo.
Sin embargo, el record del regidor titular que menos tiempo ha permanecido en el puesto en el ASDE lo tiene el difunto Catalino Sánchez, también del PRM.
Sánchez asumió la regiduría el 16 de agosto pasado, pero el ocho de septiembre, 23 días más tarde, fue asesinado con un disparo a la cabeza en circunstancias no claras aún.
Mirando los acontecimientos en ese contexto podría tener cierta explicación la advertencia de Aracena minutos antes de ella marcharse de la Sala Capitular para dejarle el puesto al reformista Epifanio Abad Nepomuceno -Ña-.
-«Quizás no se sabe de qué (Dios) me esté librando en este momento y quizás está tomando una pausa para limpiar mi camino y que yo pueda volver de nuevo, más segura (a ocupar la regiduría)», dijo Aracena al dar un breve y emotivo discurso.
En torno al Palacio Municipal del municipio Santo Domingo Este se ha generado una aureola de temor y percepción de «fatalidad», que ha estado respaldada por el asesinato de quien lo construyó, el ex líder de SDE, Juan De los Santos; el asesinato del regidor Catalino Sánchez y el rapto por hombres armados del regidor peledeísta Monserrat Calderón.
Esto sin contar con que una regidora, Milagros Segura, fue secuestrada el mismo día que tendría que tomar posesión.
En cada sesión del Concejo de Regidores, uno de sus miembros hace una oración para pedirle a Dios que los cuide y evite que sobre el colectivo o individualmente caigan nuevas desgracias.
El regidor suplente «Ña» juró que cumplirá que con la ley, pero fue advertido de que alguien se lo tomará en cuenta si así no lo hace.
Por lo pronto, Bernarda Aracena está más tranquila porque ella cree que Dios, es posible, que la librará de «algo».
Por cierto, el pasado viernes fue la primera y única vez que ella dijo algunas palabras en el plenario del Concejo de Regidores.
Otros no lo han hecho nunca en seis meses y algunas, cuando se han dirigido a sus colegas han actuado con torpeza inaudita llegando a hacer el ridículo con expresiones difíciles de entender.