
¿Qué diferencia al actual Concejo de Regidores del ASDE de los dos anteriores?
¿Cual es la diferencia entre estos y los antiguos regidores? ¿Se puede confiar en ellos?
Por Robert Vargas
A raíz de que el actual Concejo de Regidores del Ayuntamiento Santo Domingo Este, (ASDE), ha protagonizado polémicas iniciativas a contracorriente de los deseos de la administración, más de un lector de Ciudad Oriental me ha preguntado ¿Por qué ahora? ¿Qué se proponen los regidores? y ¿Quieren que los inviten a «tomar café»?, entre otras.
Invariablemente, mi respuesta ha sido la misma:
-«Percibo que ahora son más los regidores que se consideran a sí mismo que son tales (regidores)».

Esa respuesta ha dejado a más de uno perplejo por lo que he tenido que pasar a dar explicaciones.
En los dos anteriores concejos de regidores, durante las gestiones del ex líder de Santo Domingo Este, Juan de los Santos, una buena parte de la matrícula de ese organismo era motivo de vergüenza para todos los electores, aunque no se lo dijeran directamente a la cara, pero lo escribían en las redes.
Mayoritariamente, esos regidores parecía que actuaban «de a tanto por votos», al punto de que en una ocasión una regidora me comentó que un paquete que incluía una subida generalizada de los arbitrios municipales fue aprobada a cambio de diez mil pesos y un teléfono BlackBerry para cada uno de los que votaron la pieza.
De algunos se comenta que recibían cierta cantidad de dinero mensual, aparte de su salario fijo, para «mantenerse tranquilos».
Eso podría explicar que la mayoría se dejara imponer la decisión de la administración de asumir el control del poder otorgar las licencias de uso de suelo, entre otras cuestiones relevantes.
Es más, por la forma de actuar de muchos de ellos el Concejo perdió el prestigio y se ganó el desprecio de una gran cantidad de munícipes.
Sin embargo, desde el pasado día 16 de agosto, cuando fue juramentado el nuevo Concejo de Regidores, poco a poco las cosas han comenzado a cambiar.
Cada día brotan indicios de que algo está cambiando.
Los regidores, en sentido general, se muestran más dispuestos a ser regidores, no a estar esperando que «les llueva café», aunque hay un puñado que luce cierta desesperación por hacer una acumulación originaria de capital en tiempo record sin ni siquiera guardar las formas.
La mayoría ya no parecen sumisos a los dictados de la Administración.
Se muestran meticulosos, indagan por aquí y por allá.
Fijan posiciones.
Corren riesgos.
Proponen ideas.
Ya no es solo uno.
Ahora son más.
-«Yo no creo en ellos. Están actuando así hasta que los llamen a tomar café», me comentó alguien.
Recuerdo que, al responderle, lo miré directamente a los ojos y le dije que:
-«En los 32 años que permanecí en las aulas como maestro de escuela aprendí a confiar en mis alumnos. Confiaba en todos, sin distinción. Unos me defraudaban, otros no. Pero primero confiaba en su buena voluntad, deseos de superación, inteligencia y disposición a los estudios. El tiempo me diría si estaba equivocado o no. Pero confiaba. Ese sistema fue infalible. No podía ni debía estigmatizarlos de entrada. Si alguno sentía que había logrado el éxito, tras «engañarme», en realidad estaba fracasando por que se estaba engañando él mismo».
Llevando esta experiencia al Concejo de Regidores actuales en el ASDE, yo confío en el conjunto, aunque hay algunos que han comenzado a dar señales de que creen que se las «están comiendo» con ciertos manejos que ellos perciben que nadie se da cuenta, pero que todo el mundo ve.
A pesar de esos dos o tres, la inmensa mayoría de los concejales actuales, hasta ahora parece que quieren ser regidores.
En el grupo, los hay que son sobresalientes y ya se van ganando la confianza de los munícipes.
Por tanto, hay que confiar en ellos y apoyarlos en todo lo bueno que hagan.
Quienes pretendan pasarse de listos, simplemente «reprobarán la materia» de la vida y, de su paso por el ASDE, solo quedará un sabor amargo a desprecio por engañar a un municipio que creyó en ellos.
Sin embargo, luego de un poco más de tres meses observándo el comportamiento del conjunto, ya puedo afirmar que algunos carecen de las condiciones necesarias para representar al municipio, aunque todavía tienen tiempo de aprender.